Cuando te consideras cinéfilo en ciernes, al menos por el número de películas vistas, y entras al cine con las más altas expectativas con las que hayas ido nunca, si al salir de él, sales satisfecho, solo puede tratarse de una cosa: la película es una obra maestra. Inception es una obra maestra; Origen es una película maestra.
No hay escenario más complicado que la mente humana. Y dentro de esta, no hay parte más inaccesible que los sueños, el subconsciente, allí donde residen sentimientos básicos e ideas. Sólo una obra maestra de la ciencia ficción (en la que he vuelto a creer tras ver esta película, tras mi desencanto con las últimas), podía adentrarse como hace en un espectáculo tan soberbio y alucinante.
Inception (me parece mala la traducción que han hecho al castellano) es un enorme juego de muñecas rusas talladas con asombrosa precisión. No hay fallo posible, el mínimo error podría tener consecuencias catastróficas para todo el engranaje, cualquier fallo haría venirse abajo la estructura. Un mecanismo perfectamente engranado que hace que todos los niveles narrativos presentes en la película se superpongan con increíble precisión; no hay nada al azar, está controlado cada mínimo detalle de la trama, incluso los más superfluos. Todo ello consigue, por fin en un año mediocre para el cine, que tengamos una película consistente, robusta, sin flancos débiles.
No entiendo a los que me dicen que no han entendido la trama. A poco que se ponga atención, es fácil de seguir (pero claro, a quien esté acostumbrado a ver todo lo que hay en cartelera en estos momentos le costará) y nos lleva a un espectáculo visual y narrativo como pocas veces se ha podido conjuntar de forma tan convincente. Inception no es sólo una fascinante floritura narrativa, sino que además tiene el ritmo y la adrenalina del caballero oscuro. Porque Nolan vuelve a jugar aquí con los resortes de la memoria y el sueño, y de cómo una afecta al otro de forma inevitable.
Me gustaría explayarme mucho más pero me repetiría hasta la saciedad con loas hacia ella y hacia una extraordinaria banda sonora que mantiene el ritmo narrativo en todo lo alto durante todo el metraje. Por ponerla un pero, Nolan peca de una excesiva explicación de los mecanismos de la mente a través de las palabras de los protagonistas.
Para los que ya la hayan visto y tras el final se queden preguntando lo que todos nos preguntamos segundos después de este. Creo tener la respuesta y estoy seguro de ella. Si alguien la quiere, por cualquier mensaje privado la comentamos.
Pues no la he visto, pero leyendo tu crítica, se ve que es un "must" a tener muy cuenta para ver.
ResponderEliminarSaludos.
No estoy deacuerdo, y que conste que la película me ha gustado. Pero me ha parecido tramposa, te tienes que tragar demasiados mondongos para aceptar la historia completa, está demasiado cogida con palillos vale que hay sueños dentro de sueños, pero que unos afecten a otros? Y lo de entrar con capacidad de decisión en la invención de otros? Uno controla su sueño como quiere!Y lodel subconsciente que se defiende??? Demasiado artefacto intelectual que eso sí, queda muy bien escondido con un rodaje brillante y una estética excelente
ResponderEliminarEs ciencia ficción, y como tal -estoy de acuerdo contigo- hay que creerse porque sí muchas cosas que no nos cuadran. Pero aparte de esto, agradezco mucho un guión que no se quede en los efectos especiales y que sepa mantener un ritmo narrativo y argumental alto toda la película, además de hacernos pensar de vez en cuando.
ResponderEliminarSalu2 y birras frescas