22 de junio de 2011

4

El hombre que salvó la Alhambra de su destrucción





Madrugada del 15 al 16 de septiembre de 1812; las tropas francesas dirigidas por el mariscal Soult se disponen a abandonar sus puestos en la Alhambra ante el avance de las tropas españolas comandadas por el general Ballesteros. El mariscal francés ordena la colocación de explosivos en todos los palacios nazaríes para su voladura. Poco después ordena prender la mecha, una serie de explosiones hacen que la Torre del Cabo de la Carrera sea casi totalmente destruida, otras, como la Torre del Agua sólo parcialmente. El resto de la Alhambra y palacios nazaríes no corre la misma suerte gracias a la intervención de José García, cabo de inválidos, quién logró apagar las mechas que conectaban los explosivos colocados por las tropas francesas.

Placa conmemorativa

Esta es la historia a la que homenajea la placa que se puede encontrar en uno de los muros que rodean la Alhambra, en el Patio de los Aljibes, a la entrada de la Alcazaba junto a la Puerta del Príncipe.

Vista de la placa en su ubicación

Poco más se sabe de José García. Llegó a ser cabo del cuerpo de inválidos, antiguo cuerpo de las tropas españolas en la que ingresaban todos los soldados que tuviesen heridas o mutilaciones en batalla. José García combatió en Bailén en 1808, donde quedó herido de forma grave al perder una mano y quedar gravemente herido de una pierna, arrastrando a partir de entonces una gran cojera. Una vez recuperado ingresó en el mencionado cuerpo, siendo destinado junto con el resto del batallón al sitio de Granada. El principal cometido de este cuerpo, dadas sus pocas posibilidades de movilización era el de vigilancia. El cabo García murió en 1834 tras una larga convalecencia al haber contraído cólera.

Restos de la Torre del Agua tras su destrucción parcial por las tropas napoleónicas

Restos de la Torre del Cabo de carrera, mucho más dañada
Desde entonces la vigilancia de casi todos los recintos de la Alhambra se encomendó al cuerpo de inválidos, concretamente del cuidado de los bosques, parques y jardines del recinto nazarí. Este trabajo fue pasando de padres a hijos una vez fue disuelto el Cuerpo de Inválidos. En 1996 María Victoria Carrasco, esposa del último vigilante de la Alhambra quién había nacido en esas mismas estancias, fue la última habitante del recinto monumental de la Alhambra.

Vista de la Alhambra

No hay mucha base documental que cuente la historia de José García, por lo que para muchos estos hechos no pasan de ser una de las leyendas que jalonan la historia de la Alhambra de Granada, aunque estudios recientes apuntan a su veracidad.

Fuente: Granada de leyenda. Manuel Lauriño, 2005. Editorial Almuzara.


*Actualización 23/06/2011

Gracias a la difusión de este artículo he tenido acceso a una interesante información sobre la historia de José García y sobretodo de la historia de la placa conmemorativa, que me ha cedido Francisco Fernández, a quién desde aquí doy las gracias por su colaboración.

Francisco Fernández es hijo de D. Fidel Fernández Martínez médico, delegado general de Bellas Artes en Granada y Conservador de la Alhambra y del Tesoro Artístico granadino en 1936, quién gracias a su impulso, se colocó esta placa en honor a José García, Cabo de Inválidos.

La placa fue instalada en su actual ubicación el 26 de noviembre de 1936, siendo pocos días después inaugurada en presencia de las máximas autoridades granadinas de la época. El periódico Ideal de Granada recogía estos hechos en su edición impresa. Puede verse aquí y aquí

Fidel Fernández Martínez

4 comentarios:

  1. Hay tantos personajes anónimos que han hecho azañas tan grandes, y esta de salvar la Alhambra de su destrucción no fue pequeña.
    Un nuevo héroe al que descubrir. Una lástima que, como la mayoría, quede relegado a un segundo plano.

    ResponderEliminar
  2. Los personajes anónimos, o casi anónimos como José García, son los que dotan a la historia de humanidad y artículos como este sirven para rendirles un pequeño homenaje.

    Unas birras y un Brugal.

    ResponderEliminar
  3. HOLA ME HA ENCANTADO TU FOTO DE LA ALHAMBRA, Y LA HE COGIDO PRESTADA PARA MI BLOG, ESPERO QUE NO TE MOLESTE, ES PRECIOSA. OJODEPIES.BLOGSPOT

    ResponderEliminar
  4. Primero, gracias por el artículo, lo acabo de ver en nuevatribuna.es, desconocía la historia: hay MUCHO que agradecerle a José García, cabo de inválidos, por su valentía.

    Segundo, no consigo entender qué locura puede empujar a cualquiera, ni que sea un invasor que pretenda que no se utilice como fortaleza, a querer destruir semejante belleza, no lo comprendo.

    Y, tercero, una pequeña corrección, espero que no te importe: "quién gracias a su impulso, se colocó" debería ser "gracias a cuyo impulso se colocó".

    Un saludo,

    Jan Smite.

    ResponderEliminar

El tema está servido. ¿Ayudas a completarlo con tu punto de vista? por favor, intenta no responder como anónimo, será más fácil para los demás hacer referencia a lo que añadas. Gracias