21 de julio de 2011

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Cuando la propiedad de un Estado se jugó en una mano de poker





La historia del poker está repleta de partidas históricas, espectaculares manos con ingentes cantidades económicas o bienes materiales apostados. Una de las más famosas tuvo lugar en octubre de 1889 en la sala Bowen’s Saloon de Santa Fe, Nuevo México. Las circunstancias que envolvieron esta partida, hicieron que entrase por derecho propio en la historia del poker, ya que tuvo una de las apuestas más grandes y arriesgadas: El estado de Nuevo México.

Mapa del Estado de Nuevo México en 1889

Los contendientes eran Ike Jackson, ranchero de la zona oeste de Norteamérica con un inmenso poder económico (más de 10.000 cabezas de ganado), y Johny Dougherty, histórico jugador de poker, gran apostador y toda una leyenda en la zona por su habilidad en las grandes partidas. La partida, ya antes de su inicio, había suscitado muchísima expectación; ambos contendientes eran experimentados jugadores, los preparativos de la partida, la publicidad que se dio a esta y el lugar elegido para su disputa hacían que se pudiesen prever unas manos históricas. Más de 100 personas se dieron cita en el salón, ávidos de emociones y apuestas arriesgadas, entre el público asistente se encontraba, incluso, el gobernador de Nuevo México, L. Bradford Prince.

L. Bradford Prince. Gobernador de Nuevo México en 1889

Tanto Jackson como Dougherty eran conscientes de que la partida se alargaría durante horas. La tensión era fácilmente palpable desde el comienzo de la partida. Poco a poco en las manos se fue aumentando la cuantía de las apuestas. Los botes ascendían a grandes sumas y se podía vaticinar el desenlace de la partida en cualquiera de las siguientes manos con un all-in de uno de los dos jugadores. El momento que parecía cumbre llegó cuando el pozo alcanzó la tremenda cifra de 100.000 dólares (1889). Momento en el cual se desataron las hostilidades. Jackson cogió un papel y escribió un documento en el que indicaba que en la siguiente apuesta se jugaba su rancho, con las 10.000 cabezas de ganado incluidas.

Aspecto de una partida de poker en 1889 (no la de Jackson y Dougherty)

Dougherty se envalentonó con esta acción, cogió pluma, papel y redactó un texto que en ese momento sólo él pudo ver. Acto seguido abandonó su silla y se dirigió al lugar desde donde el gobernador de Nuevo México observaba la partida. Al llegar este, sacó su arma, apuntó a Bradford en la sien, y dijo una de las frases más históricas del poker: “¡Firme esto, o aprieto el gatillo!", el gobernador no dudó ni un instante y firmó. Dougherty volvió a la mesa entre el silencio que su acción había creado en la sala. Se sentó en su silla y lanzó con desdén el papel encima del resto de la apuesta. Ese pequeño trozo de papel, convertido ya en historia viva del poker, decía: “Subo tu apuesta, apostando todo el territorio del estado de Nuevo México”. Jackson, tras unos instantes de vacilación, optó por tirar las cartas.

Fuente 


Han pasado 122 años desde que aquellas 100 personas vieran en directo el espectáculo y se sigue considerando un momento memorable de la historia del poker.


En la actualidad siguen existiendo partidas, muchas de ellas del famoso  Texas Holdem que, a buen seguro, marcarán un antes y un después en la historia del poker, muchas serán públicas, pero habrá otras que el jugador vivirá, sólo, delante de su ordenador en alguna de las páginas que, como http://www.pokerlistings.es , te permite jugar partidas llenas de emoción y tensión.

3 comentarios:

  1. nada que envidiar a las partidazas de mus..... !!

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  2. Me recuerda a cuando Juan de Lepe le gano a Enrique VII ser rey de Inglaterra por un día.

    Si es que el juego es muy peligroso.

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  3. Diez mil cabezas de ganado no son pocas? O para la epoca eran muchas?

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El tema está servido. ¿Ayudas a completarlo con tu punto de vista? por favor, intenta no responder como anónimo, será más fácil para los demás hacer referencia a lo que añadas. Gracias