6 de mayo de 2010

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El dolor compartido, por mujeres y hombres, del parto huichol





La tribu Huichol (autodenominados Wixarica) se asienta en Sierra Madre Occidental, en el estado de Jalisco, México. Es una de las tribus más alejadas de las culturas actuales que se pueden encontrar en el norte de América. Gracias a este aislamiento han podido conservar muchas de sus tradiciones y costumbres mas arcaicas, así como su forma de vida. Son principalmente conocidos por sus creaciones artesanales en especial en la creación de escudos, flechas, ofrendas o arreglos, en las que uno de los motivos comunes son las alegorías a la creación del mundo y del universo. Dentro de sus rituales el que más llama la atención es el llamado mitote, el cual es llevado a cabo a través de danzas y movimientos supuestamente mágicos para la activación de la energía vital, para agitar la vida, su kipuri.
Pero lo que más me ha llamado la atención de esta tribu es una de sus costumbres ancestrales que llevan acabo en el momento del alumbramiento de sus hijos.
Ellos piensan que el parto es un momento de gran dolor y de gran placer, y creen que tanto el dolor como la alegría deben ser compartidas por hombre y mujer. En el momento de dar a luz el padre del futuro crío se pone encima de las vigas que forman parte del esqueleto de su casa, quedando él justo encima de su mujer. En ese momento es atado a sus testículos una cuerda , cuyos dos extremos quedarán en manos de la parturienta, para que esta, a la vez que va sufriendo contracciones tire de la cuerda. Cuando por fin el hijo ha nacido, tanto el padre como la madre, han podido disfrutar del dolor y la alegría de parir. Durante el parto el hombre consume peyote (un cactus de propiedades alucinógenas). 
Pintura huichol sobre tabla que se encuentra en California

“La diosa. Madre de la naturaleza viviente” de la autora Adele Gelty:

En la cultura huichol, como en otras muchas mesoamericanas, como la azteca o la nahualt,  el parto, como cualquier creación, se asocia a un dolor benigno, a un esfuerzo positivo, ya que conlleva un resultado deseado. La paciencia, el dolor de la creación, dignifica y trasciende, ¿por qué iba a ser sólo la mujer la que gozara de esa elevación? El dolor autoimpuesto sería una especie de sacrificio que honraría al hombre. 
 
Espero que estas tradiciones no lleguen hasta aquí...

Más información y fuentes: 1, 2, 3, 4, 5

7 comentarios:

  1. Chico, qué prolífico estás últimamente, se descuida de leer una un par de días y se encuentra 3 post de golpe oO. Los dolores del parto creo que están algo mitificados y sería más llevadero si la cultura hospitalaria no se preocupara más de la comodidad del médico que de la parturienta (en una postura antinatural pero a la altura del doctor). De todas formas voy a practicar el estiramiento de huevos que veo en la foto con el primer imbécil que se me cruce (y estoy en racha, últimamente parece que tengo imán òó).

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  2. Espero no cruzarme contigo en los próximos días......:-P

    Quién me tendría que atar a mí de los huevos llegados a esa situación tiene bastante claro que quiere parir de pies o de cuclillas, que también dice que es la posición más natural que existe para hacerlo. A ver si hay posibilidades de encontrar un sitio donde poder hacerlo.

    Respeto la mitificación del dolor... hay ya no puedo opinar, pero seguro que unas cuantas que se pasa por aquí si que podrán.

    Salu2

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  3. Ejem, yo misma, que pasaba por aquí...

    No sé si fue buena o mala suerte, pero la comadrona que me tocó en suerte era, como se decía antes, bastante hippiosa, de la cosa del yoga, la meditación y tal. Me habló del dolor como una ola (no me poseyó ahora el espíritu de la Jurado, jajaja), a la que debía seguir sin más, sin oponer resistencia.

    Bueno, sigo, el día del parto no estaba ella allí en el hospital, pero sí una amiga suya (icono ojos rojos), que era de ahí para arriba. Bien, sea como fuere, yo había leído sobre métodos de parto natural y pedí expresamente la silla de parir (una especie de tapa de WC por explicarlo gráficamente), con tal de pasar todo el proceso en cuclillas.

    Pero ainsss, del dicho al hecho... Ni silla ni cama, aquello se me fue de las manos, no lo imaginaba así. Se negó -pese a mis súplicas- a ponerme epidural (imagino que quería que el día de mañana pudiera contarlo...), y así fue cómo creí morir literalmente de dolor. Mis amigas, de caderas más anchas que las mías y con bebitos de dos kilos y medio me decían: "na, si eso es nada, es pan comido". Bueno, servidora, que todos sabéis cómo soy físicamente, con un bebito de tres kilos seiscientos y hecha un manojo de nervios...

    Lo dejo ya, pero ya digo, el dolor creo que será una de las cosas menos medibles y más subjetivas del mundo mundial, y cada cual habla de la feria según le va, así que nunca subestimaré el dolor de cabeza de otra persona porque sienta que, cuando me duele a mí, no es para tanto.

    Saludetes!

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  4. 3BD... te estás llamando imbécil a ti mismo??? el resto se puede cruzar conmigo con toda confianza (a pesar de tener unos días Red Forman). De todas formas harás bien en no probar suerte :p.

    Majo, sí, bien, ya... pero si quitas lo de manojo de nervios y te hubiesen dejado parir en mejor postura, hubieras podido afrontarlo más relajada y confiada ¿no hubiera sido menos doloroso? Y no me meto en lo tarde que tenemos los hijo, cuando el cuerpo ya no es lo que era... De todas formas siempre habrá excepciones y algunas mujeres tendrán la mala suerte de sufrir como nunca. Lo que me provoca rechazo es la imagen de dolor insoportable que se nos mete en la cabeza "preventivamente" antes de experimentarlo. Prefiero pensar que las "sufridas" sois menos, prefiero pensar que lo normal es tener un parto mucho más relajado y natural (el mío fue "fifty fifty" ;) )

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  5. En lo del manojo de nervios completamente de acuerdo, pero digamos que eso "viene de fábrica", jeje.

    Precisamente la filosofía que siguen en ese hospital los equipos de comadrona-auxiliar es de las del parto natural (aparte es hospital "Amigo de los niños").

    Me dejaron parir como quisiera, lo dije en el comentario, con la silla que pedí y me trajeron, así hubiese querido hacerlo de pie; estando a mi lado cogiéndome las manos, contándome incluso sus vidas para que estuviera lo más "como en casa" posible, pasando todo el proceso de parto en una habitación, que no en un paritorio (ahí entré en el último momento para que me rajaran más la raja y eso :P).

    Me habían hablado desde todos los aspectos como un proceso natural, me habían preparado psicológicamente... ¡si la culpa de sufrir tanto fue mía y nada más que mía!

    Lady, ¿recuerdas el programa de TV3 "Mares"? Pues una cosa así (y mis disculpas a los que no lo conozcáis por lejanía geográfica, pero ya que estoy respondiéndole a ella ;))

    De ahí que entrara a decirlo, que más facilidades que tuve yo para no sufrir, y pese a ello sufrí...

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  6. Desde luego, es un tributo muy considerado, aunque creo que innecesario, pero imagino que con las sustancias alucinógenas, sí será para ellos una mezcla de dolor-placer.

    Saludos.

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  7. En España los vascos, cántabros y maragatos tenian una costumbre muy similar llamada La Covada

    http://es.wikipedia.org/wiki/Covada

    Aunque el detalle de atar los huevos no se estilaba por aqui, el espíritu es el mismo.

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El tema está servido. ¿Ayudas a completarlo con tu punto de vista? por favor, intenta no responder como anónimo, será más fácil para los demás hacer referencia a lo que añadas. Gracias