Todos los días comienzan igual

Como ya comenté en la única entrada sobre un juego que he hecho hasta ahora, con el viciante electric box, no me atraen mucho estos; salvo alguno como el que me he encontrado estos días: Everyday the same dream. Un juego de concepto experimental, con gráficos simples en escala de grises, una gran banda sonora y en el que nos metemos en la piel de prototipo de trabajador medio de nuestra sociedad y cualquier otra occidental.

 

Clik en la imagen para jugar

No hay que desesperarse pronto y para pasarse el juego, que no es muy largo,  rebuscar en cada rincón, hay que hacer las cosas que se nos vayan pasando por la cabeza.  Muy importante hacer siempre caso a la señora del ascensor... en ella encontraremos la solución de este original planteamiento. Suerte.

Es inevitable que este juego nos traiga a la cabeza unos cuantos libros, películas o canciones que tratan con mayor o menor profundidad, e igual o diferente punto de vista el problema de la alineación que provoca en la sociedad y la rutina en la que nos hayamos sumergidos la mayoría en mayor o menor medida.

De películas podríamos hablar de Trainspotting, El club de la lucha o American beauty, por hablar de alguna reciente. De libros, los clásicos, Un mundo feliz o 1984. Pero quizás sean menos conocidas las canciones que han tratado este tipo de situaciones más allá de un puñado de canciones del rock urbano español. Un par de videoclips que me gustan mucho para poner algo de música a esta entrada, la primera del año II de la trébede:

Remind Me de Röyksopp

Agenda Suicide de The Faint

 

Al pelo viene una cita de Kevin Spacey en American beuty:

“Mi trabajo consiste básicamente en ocultar mi desprecio por los cerdos de dirección, y al menos una vez al día meterme en el lavabo y cascármela, mientras sueño con vivir una vida que no se parezca tanto al infierno.”

“No se preocupe, yo tampoco me acordaría de mí.”

¿Alguna película, libro o canción que me recomendéis de esta temática?

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