28 de julio de 2009

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La foto de la cartera





Hace unas semanas apareció en Time el estudio que había realizado Richard Wiseman junto con su equipo de colaboradores. Durante el pasado año este equipo de cintíficos de la Universidad de Edinburgo dejaron abandonadas por las calles de esta ciudad un total de 240 carteras.

Lo único que diferían entre sí las carteras es la foto qu
e todos llevamos en ella. En ellas iba una de las siguientes: un bebé sonriente, una familia feliz, una pareja de ancianos contentos o la de un perrito. Otras carteras iban sin foto; unas con papeles que certificaban que se habia contribuido recientemente a obras de caridad y el resto sin ninguna foto ni papel, sólo las tarjetas y papeles qu todos tenemos para el día a día. En total 40 carteras de cada tipo que tenían salvo lo especificado anteriormente todas lo mismo: vales de descuento, billetes de lotería, tarjetas de crédito y carnets de asociaciones. En ninguna había dinero.

Las carteras fueron abandonadas a lo largo de v
arios meses en calles muy transitadas de la ciudad, alejadas entre sí y alejadas de buzones, papeleras y heces de perro.Se devolvieron el 42% de las carteras. Las más devueltas fueron las ue llevaban una foto del bebé sonriente con un 88% de devoluciones, después las del perrito con un 53% de devoluciones, las de la familia completa con un 48% y por último las de la pareja de ancanos con un 28%. Por el contrario las que menos fueron devueltas con un 20% fueron las que contenían los papeles de contribución a causas benéficas y aún menos las que no contenían nada, solo tarjetas y carnets con un 15%.
Así, a la vista de los resultados, sólo una persona de cada 10 no devolvió la cartera con la foto del bebé; sin foto que evoque ninguna emoción sólo devolvieron una de cada 7. La interpretación de estos resultados refleja un instinto de compasión hacia la vulnerabilidad de los niños que ha evolucionado en las personas para la supervivencia de futuras generaciones según el doctor. El bebé evoca sensaciones de cuidado en las personas, lo que no sorprende desde el punto de vista evolutivo. Este grupo de investigadores en el estudio sostienen que sería muy difícil desde la misma perspectiva, se sintiera empatía únicamente hacia el propio hijo y sí mucho más fácil sentirla hacia todos los bebés. Si se encuentra un bebé solo, hay posibilidades de que le pertenezca, por lo que es un rasgo evolutivo eficaz.

Habrá que pensarse si cambiar la foto de la cartera :p

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