6 de febrero de 2009

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Documentos





Hoy a la hora del desayuno ha salido una conversación que ha llevado a mi cabeza una reflexión que algunos ya me habreis oido.

¿Hace cuanto el hombre aprendió a comunicarse con el de al lado y a plasmarlo en un papel por escrito? Ya para entonces ninguna lengua tenía hueso, y con esta premisa se empezó a criticar, juzgar incluso menospreciar a los semejantes. Pero a día de hoy parece que no es tan importante tanto lo que se sabe de la ideología, ideas... de nuestro contertulio, contrincante como el hecho de que es tu contrario o sus ideas son distintas a las tuyas, y casi da igual saber un comino de sus bases en el tema que se esté hablando, parece que lo importante es llevar la contraria.

Como todos pasé por mi época de apatía hacía muchos de esos temas de opinión, de actualidad, política, ser humano...., pero una vez cogido el gustillo a libros, revistas, debates uno se da cuenta, tristemente, de que en su mayor parte la gente decía y sigue diciendo apoyar ideologías o creencias, simplemente por una especia de deporte nacional, del círculo cercano o por algún interés lejano a ese tipo de pseudo-opiniones.

Y en ese instante se me planteó un problema recurrente hasta hoy ¿Qué decir a alguien que piensa diferente a tí, sin llegar a bajezas de argumentos inconsistentes, vacíos o la mayor bajeza de los insultos? Es dificil, muy difícil, encontras algún tipo de falla o vacío en una postura intelectual o ideológica sin tener base de ella, aunque sea en grados básicos, diciéndolo de otro modo, no podría decir ni escribir nada sobre la pesca de profundidad en Laos. No conozco el lugar, no tengo ni idea de pesca, ni un solo dato o estadística donde basarme...y por último, no tengo pasta para ir allí :P (siento el mal chiste).

Bajo mi punto de vista es más que una obligación, la documentación, es sentido común en su más básico significado, el hecho de tener base documentada para poder opinar, objetar y poner sobre la mesa nuestro punto de vista hace también que nos queramos meter más de lleno en esos temas que nos despiertan curiosidad. Además, creo que la calidad de nuestras opiniones es proporcional al conocimiento que tengamos del tema, y para estas cosas hay gente a la que no le hace falta un título académico, aunque el método de conseguirlo no es muy diferente: La documentación.

A la hora de dar nuestra opinión, por tonto que se nos haga el tema, la documetación es importante, es lo que nos da el respaldo necsario para poder asegurar la corrección o no de nuestros argumentos. Y no es tan difícil, basta con hacer unas pocas preguntas al estilo a ¿Tienes algo que respalde eso? ¿Cómo sabes que es así? ¿Dónde lo has leído? ¿Quién dice eso? Opinar es uno de los ejercicios más útiles, nos ayuda a tejer esa base de ideas y criterios a partir de lo que piensan unos y otros; pensamos ahora cuanto más nos llenaría la de alguien bien documentado. ¿Cuantas veces deberíamos meditar antes de opinar y no como hacemos a veces no impedir que el ego, el cabreo, y nuestra propia ignorancia lo hagan por nosotros?

Por ahí he leido varias veces algo así como: Si lo que vas a decir, no es más bonito que el silencio....... (tiene una gran parte de verdad, pero no toda la que se le intenta dar, algún día hablaré sobre ella)

9 comentarios:

  1. Lagu... que digo yo que esas comidas tuyas son muy productivas...:P

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  2. Aparte de la documentación, idea con la que estoy de acuerdo, a la hora de debatir cualquier tema lo más importante es no tener ideas preconcebidas de los argumentos que tu contertulio puede usar para rebatirte. Muchas veces estos debates se procuden entre gente conocida y sabemos sus ideas, sus gustos y nos limitamos a seguir su conversación buscando un punto de apoyo en esas ideas, pensando desde un principio "diga lo que diga, no me convencerá". Craso error, si no estas de acuerdo con su postura, por lo menos has enriquecido tu punto de vista con otra forma de ver el tema.

    Sobre el debate de esa última frase que has puesto, no me resisto a pensar que si fuese mi frase de cabecera no hubiese escrito este comentario.

    Un saludo.

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  3. Yo creo que vivimos en la sociedad de los opinadores. Los medios de comunicación nos bombardean con debates sobre esto, lo otro y lo más allá, y ¿sabes la sensación que tengo?, pues que todos dicen lo mismo, y que ese "mismo" es, nada, o por lo menos nada original, nada que despierte en mi ese "ostras" perplejo.
    Estoy de acuerdo con lo que dice besk sobre las ideas preconcebidas y sobre esa posición tan común en las discusiones de "estoy en posesión de la verdad y el otro está completamente equivocado". Es lo habitual. Partir de la posición de mostrar mi opinión con la apertura suficiente como para cambiarla en un momento dado y enriquecerme con ello, requiere un tremendo ejercicio de desapendizaje y humildad muy jodido de conseguir. Yo no sé. Me gustaría, me gustaría muchísimo tener esa admirable capacidad.
    Gracias por tu entrada y por tu visita.

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  4. "Partir de la posición de mostrar mi opinión con la apertura suficiente como para cambiarla en un momento dado y enriquecerme con ello".

    Seguro que eso lo puedes y podemos todos mínimamente razonables, siempre y cuando se nos presenten datos, que sepamos de fuentes objetivas que tiren abajo nuestras ideas. Lo hemos hecho sin darnos cuneta muchas veces.

    Saludos y gracias a todos por las aportaciones

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  5. Insistes siempre en los datos, datos, datos...

    Sí, cierto, sin base no hay argumento... pero ¿qué me dices del sentido común cuando los temas son subjetivos?

    Saludetes

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  6. Cuando hablamos de esas cosas de aplicar el sentido común es muy difícil no estar de acuerdo si los dos lo usan. Si uno de los dos no usa ni el sentido común mejor ni intentarlo.

    Gracias a todos por las aportaciones

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  7. Entonces, me parece que uno pensará del otro que no está usando "su" sentido común, ya que cada persona tiene sus varas de medir. En el momento en que uno cree que el otro carece de eso que él "sí tiene", estamos hablando de intransigencia.

    Resaludetes.

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  8. Si cada uno tiene su sentido común, estaremos hablando de otra cosa, no de algo común.

    Supongo que te refieras en los comentarios anteriores de temeas subjetivos a aquellos que no los podemos basar en nuestras experiencias peronales, y así tenemos que tratar esas opiniones o ideas, como algo no basado en nada. Cada uno sabremos cuanto tenemos que tener en cuanta algo así

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  9. Hay temas en los que el sentido común puede ser suficiente, no digo que no. Pero hay otros, la mayoría, en los que lo que importa es argumentar con razones, y no con el estómago. Porque, sobre todo, no se trata, cuando se debate, de ganar una discusión, sino de convencer. Y no es posible convencer -cvm vincere- si no hay sabiduría detrás de la frase brillante, o del argumento aplastante sólo en apariencia, pero que, falto de argumentos, se desploma al menor embate de razón.

    Por otra parte, el sentido común ¿es por ventura contrario a la razón, o es su expresión máxima? El sentido común nos da el porqué; el razonamiento documentado, el método. Son dos caras de una moneda, y ninguna de las dos es algo sin la otra.

    Un saludo... Lagu.

    José Luis de Micheo

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El tema está servido. ¿Ayudas a completarlo con tu punto de vista? por favor, intenta no responder como anónimo, será más fácil para los demás hacer referencia a lo que añadas. Gracias